lunes, 1 de octubre de 2012

Diaye Moulaye, el joven que fue arrojado por un puente durante las fiestas de la tomatina de buñol, sale del hospital tras permanecer un mes ingresado


´Necesito papeles, pero después de lo que me ha pasado la salud es lo primero´

Diaye, el "mantero" arrojado desde un puente en Buñol, deja el hospital tras un mes ingresado

IGNACIO CABANES VALENCIA Diaye Moulaye, el "mantero" que fue arrojado por unos desconocidos desde un puente de unos siete metros de altura en Buñol durante las fiestas de la Tomatina, recibió ayer el alta hospitalaria tras permanecer ingresado en el hospital de Manises desde el pasado 29 de agosto. Acompañado por su hermano, con collarín y corsé ortopédico e inmovilizado en una silla de ruedas, ya que todavía debe guardar reposo. Así salió Diaye del centro hospitalario, sonriendo, con la ilusión intacta y con la esperanza de que los malos momentos que ha pasado tengan su recompensa. "Muchas gracias a todos, me han ayudado mucho. Ahora necesito papeles y un trabajo pero, después de todo lo que me ha pasado, la salud es lo primero", aseguró.
"Los siete días que pasó en la UCI estuvo muy mal, pero ahora ya está mejor", apuntó Vaye, hermano del agredido. "Porque llevaba su mochila, eso le salvó, sino todo hubiera sido peor", argumentó Vaye. Pese a que la maleza acumulada bajo el puente y la bolsa que llevaba en la espalda amortiguaron el golpe de la caída, este senegalés de 32 años sufre todavía importantes secuelas y tendrá que hacer rehabilitación durante meses. Según el parte médico tras ser dado de alta, Diaye todavía presenta dos lesiones en la zona inferior de la columna y una más grave a la altura del cuello con lesión medular.
Es precisamente esta fractura, que le afectó a la médula espinal, la que "le obliga a guardar reposo relativo". "Sólo puede andar con el corsé ortopédico, pero los médicos le han recomendado que guarde reposo", apuntó Ángel Galán, responsable del Movimiento Contra la Intolerancia, organización que siguió el caso desde el momento en que Levante-EMV lo hizo público.
Tanto esta asociación, que lucha en favor de las víctimas de la violencia xenófoba o racista, como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) anunciaron ayer que van a solicitar a la Delegación del Gobierno para que se le conceda al agredido un permiso de residencia y trabajo "por razones humanitarias, tal y como contempla la legislación vigente", según explicó Salva Lacruz, portavoz de CEAR. Por un lado entienden que se trata de una víctima "de una agresión racista sin paliativos", además las secuelas que padece no le permiten ganarse la vida con el trabajo de vendedor ambulante que hasta el momento desempeñaba y por último explican que desde que llegó de Senegal lleva ya seis años en situación irregular.
Diaye quiso agradecer la atención que le han prestado los médicos y todo el personal del hospital, así como el Ayuntamiento de Buñol, que se ha preocupado en todo momento de su evolución. Respecto a la persona o personas que le empujaron y lo tiraron desde el puente, aseguró no recordarlo bien. La investigación de la Guardia Civil sigue abierta.

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